terça-feira, maio 03, 2005

Si en el país de los espejos y los sueños
tuviera un puerto.
Si poseyera un barco
y los restos de un pueblo.
O una ciudad tuviera
en el país del llanto y de los niños.

Haría con todo ello
una limpia canción para la herida.
Aguda como una flecha
que traspasara árboles,
piedras y firmamentos.
Tan tierna como el água:
Igual que la invasión,
desafiante,
atónita.

Adónis in Canciones de Mihyar El de Damasco