sábado, setembro 10, 2005


Dame
el amor
de cada día,
no añadas a mi afligido corazón
ni el peso de un átomo.
Cógeme
y no me fustigues ni con una rosa.
Aparta tu mirada
de mis errores,
y envía a tus mensajeros
antes de rozar mi tierra.
Maram AL-Masri