quarta-feira, agosto 04, 2004

(enviado por mi amiga Elena)

CENTRO

Tocar tu mano y no sentir el hueso
frío que desde dentro ahora la mueve,
sólo la piel caliente, el roce leve
de una carne hecha espíritu, sin peso;

(...)
Cerrarte en un paréntesis de brazos
donde no cabe el mundo, ver que rota
mi ser alrededor de tus caderas,
romper con el exterior todos los lazos,
y entrar en una realidad ignota,
que es sólo un centro en donde no hay afueras.


Lorenzo Oliván in Puntos de fuga